Para Anna el arte es su válvula de escape. Aunque estudió Traducción e Interpretación, su pasión es la acuarela (y cada vez más, la témpera). Es una artista versátil que combina la pintura paisajística, botánica y animal, aunque es especialmente conocida por sus marinas y acuarelas costeras. Cada día, al volver del trabajo, le dedica un rato a la pintura en su escritorio.